Memorias de una Geisha
Hoy os voy a hablar de un libro que me regalaron hará dos años en estas fechas y personalmente me conmovió mucho, esa es la historia de Chiyo.
Chiyo es una niña campesina con unos preciosos ojos azules, que ante la muerte de su madre su padre se ve obligado a venderla a una casa de geishas. A partir de este momento nos muestran el entrenamiento que deben realizar y la vida de estas mujeres.
Pero claro, de la realidad a la ficción hay un paso, y se abrió una gran polémica ya que el libro fue denunciado por la mujer en la que está basado. Según ella el autor, Arthur Golden, incumplió varias cosas del acuerdo, entre ellas la promesa del anonimato de la geisha. También afirma que Golden se inventó muchas partes con el único fin de crear polémica, como la parte en la que la protagonista vendía su virginidad, esto a pesar de ser de gran interés, fue muy mal tomada en Japón ya que muestra a estas mujeres como prostitutas.
Como entendereis, el estreno de la película trajo cola, de hecho se pensó la censura en Japón y la verdad es que el casting no ayudó, ya que las actrices que reencarnaban a japonesas en realidad eran chinas. Aunque para que quedase realista todas las actrices recibieron enseñanzas durante 6 meses sobre como ser una geisha. La película es preciosa, es muy vistosa y tiene mucha luz gracias a los kimonos, se tuvieron que realizar 250 kimonos que se alejaban bastante de los tradicionales al ser muy coloridos.
Es muy llamativo que al ser una película ambientada en los años 20 y 30, se tuvo que construir un barrio japonés en Los Angeles, la adaptación es tal que viendo la película no se te pasa por la cabeza que lo que veamos no sea Japón, de hecho te hace sentir a ti mismo como si estuvieras en el barrio de Gion o entrenando para ser una geisha junto a Chiyo.
Es muy llamativo que al ser una película ambientada en los años 20 y 30, se tuvo que construir un barrio japonés en Los Angeles, la adaptación es tal que viendo la película no se te pasa por la cabeza que lo que veamos no sea Japón, de hecho te hace sentir a ti mismo como si estuvieras en el barrio de Gion o entrenando para ser una geisha junto a Chiyo.
A pesar de todo esto, es un libro precioso que retrata a la perfección la vida japonesa y si aún no sabéis que regalar por estas navidades, este es un gran presente para las madres y mujeres de la casa que tanto se preocupan por todos y a las que queremos tanto
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