Las cenizas de Ángela

Durante el confinamiento leí este duro libro, ganador de un Pultizer, que te hace relativizar las problemas cotidianos y ver la inmensa suerte que tenemos por haber nacido en España en estos momentos. 

El libro de Las cenizas de Ángela es un libro autobiográfico que relata la infancia de Frank McCourt en Irlanda. Frank es hijo de dos irlandeses que emigraron a Estados Unidos, lugar de nacimiento del protagonista. El padre es un alcohólico que se gasta todo lo que gana en los bares neoyorkinos, y la madre se las apaña como puede para que sus hijos consigan sobrevivir. Aunque no todos lo lograrán. Tras la muerte de la hermana de Frank, sus  padres deciden volver al hogar natal de la madre. Allí encontrarán grandes miserias y sus vidas se convertirán en verdaderos juegos del hambre, en los que los niños tienen que buscarse la vida en la calle, la madre hacer colas bochornosas para conseguir comida o abrigos de la iglesia y el padre fluctúa, entre cuidar a los hijos contando historias y cantando, con beberse hasta el agua de los floreros. 

                                                           

Fotograma de la película: https://ar.pinterest.com/pin/641270434422447938/

McCourt nos habla continuamente de la pobreza en la que viven y como el ingenio se agudiza en estas circunstancias. También nos relata la hipocresía de vivir en un país profundamente católico, donde la ayuda a los pobres se centra en caridad, no en derechos. El libro está narrado desde la perspectiva de un niño, lo que genera muchos momentos graciosos debido a la ingenuidad que caracteriza a los infantes. También nos relata la vida dura, pero bonita y llena de compañerismo en la ciudad de Limerick y hasta se adentra un poco en el conflicto político que acontecía, al narrar como mucha parte de la sociedad rechazaba a su padre por ser de Irlanda del Norte. 

Con Las cenizas de Ángela, nombre de la madre, ves en primera persona el lado bueno y malo de la realidad. En la actualidad parece que tengamos pánico o incluso que neguemos la muerte. En este libro nos muestran como la vida y la muerte, al fin y al cabo, son dos caras de la misma moneda, igual que el hambre y la gula, la tristeza y la felicidad. Para que haya una tiene que haber la otra.